Un hombre de campo que un día quiso cavar un pozo para conseguir agua, abrió un pequeño agujero de luz a algo que estubo tapado por cenizas, rocas y tierras durante siglos. Fue en el 1748. Se han hecho excavaciones hasta hoy en día, y se dice que todavía no se ha descubierto ni la mitad de la ciudad.
Se han encontrado desde pequeños utensilios de la antigua vida hasta los cadáveres de las personas que se quedaron en la ciudad durante la erupción.
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